Calefacción por Suelo Radiante

Calefacción por Suelo Radiante – Super Guía

Al iniciar un nuevo proyecto o cuando se tiene la intención de rehabilitar un edificio, nos podemos hacer la pregunta sobre cuál es el sistema de calefacción más adecuado.

Aquí, presentamos las razones de por qué un sistema de calefacción radiante de suelo, es ideal para el confort y ahorro energético, cómo funciona y cuáles son sus ventajas.

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¿Suelo radiante?

En primer lugar, aclaremos de qué estamos hablando cuando decimos calefacción por suelo radiante, también conocida como paneles radiantes.

Se trata de un sistema formado por tuberías (en el caso de un circuito cerrado de agua) o resistencias eléctricas (en el caso de una instalacióneléctrico), dispuestas bajo el pavimento y soportadas por paneles aislantes. Éstos emiten calor de manera uniforme de abajo hacia arriba.

Pero este método no es realmente nuevo. Es un redescubrimiento de un precedimiento de moda entre los años 50 y 70. Hoy, sin embargo, puede disponer de todas las mejoras tecnológicas que le permiten trabajar de forma más eficiente que en el pasado.

Funcionamiento de este sistema de calefacción 

La explicación de su funcionamiento es muy sencilla. Estas redes de tuberías están fabricadas con polietileno o polibutileno mezclado, que se instalan bajo el pavimento y se les coloca una capa de mortero de nivelación que circula agua caliente a una temperatura entre 30°C y 45°C, es un método de calefacción baja temperatura.

Hay que destacar que con mayor frecuencia se utilizan estos calentadores de agua. El agua es calentada por una caldera (también de pellets) o una bomba de calor, o por sistemas fotovoltaicos o solares térmicos. Esta última es una opción especialmente interesante desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental.

Tanto si se trata de calefacción por suelo radiante con agua como de calefacción eléctrica, la característica distintiva de ambas es principalmente una: el objetivo es asegurar una distribución óptima del calor en las habitaciones.

Instalación un sistema de calefacción radiante

El principio básico por el cual los paneles son capaces de transmitir calor a todo el entorno doméstico es el de la radiación. A través de este espacio, el calor se distribuye uniformemente desde el pavimento hasta el techo.

De este modo, supera los límites de los sistemas de calefacción convencionales, donde se tiende a concentrar el calor en las zonas más cercanas a la fuente de emisión, por ejemplo, el radiador.

El resultado es una mejora de las condiciones de bienestar en la casa, que luego se calienta uniformemente. La instalación es muy simple. Estos son los protagonistas del proceso:

Cajas de colectores

Son colectores para circuitos de calefacción por suelo radiante y tienden a incrustarse en la pared.

Caldera

La caldera deberá llevar el agua a una temperatura entre 30 y 40° C. Además, deben instalarse las válvulas que permitirán regular la apertura y cierre del flujo de agua caliente de la caldera a las tuberías y viceversa.

Alcance de la toma

Es una formación de espuma de polietileno, cuya misión principal es absorber la expansión producida por el mortero de cemento en los emisores de los tubos.

También genera un sistema de aislamiento por el lado. Se pega a las paredes de todas las áreas que se calientan desde el pavimento hasta el nivel superior del pavimento.

Película de polietileno

Es una barrera antihumedad entre el pavimento y la superficie, de tal manera que impide el aumento de la capilaridad de la humedad. Normalmente se instala cuando hay riesgo de humedad en la losa.

Panel aislante

Este método de aislamiento térmico es esencial en cualquier instalación de este método. Los paneles pueden ser moldeados y facilitar su colocación con la separación proyectada entre tubos.

Está situado sobre la losa y suele tener un diseño predefinido que facilita la colocación de las tuberías. El material con el que se suele fabricar es el poliestireno. Además, una lámina rígida de PVC se combina con el panel aislante para hacerlo más robusto e impermeable, esto lo protegerá de la humedad.

Tubos

Tubos de material plástico, se utilizan para hacer la imposición del circuito de colectores. Suelen ser tubos de polietileno o polibutileno, diseñados especialmente para este sistema de calefacción.

Representan uno de los factores más importantes, ya que deben tener características de particular resistencia al aplastamiento y a la corrosión y se colocan encima de un panel aislante en forma de bobinas u otros patrones que permiten una ocupación uniforme del espacio.

Mortero de cemento

Una vez que se instala el circuito, se vierte cemento en toda la superficie. El espesor recomendado es de 5 cm, medidos desde la generatriz superior del tubo.

Es muy importante agregar un aditivo en la mezcla para obtener un buen contacto con los emisores de los tubos y evitar inclusiones de aire que aumentarían la resistencia térmica del sistema.

Suelo radiante eléctrico

La principal diferencia de una calefacción por suelo radiante eléctrico es que, en lugar de las tuberías, tendremos una especie de alambre de unos pocos milímetros de espesor. Se coloca directamente debajo del suelo y no antes del pavimento.

Una vez finalizado, puedes elegir el tipo de pavimento que prefieras. También tendrá más libertad para diseñar el interior, sin tener que lidiar con paredes donde haya radiadores.

Instalación con los mejores profesionales

Para realizar una instalación de este tipo, es imprescindible contactar con una empresa altamente especializada. La calidad de los trabajos de instalación tendrá de hecho efectos tangibles en la vida útil del sistema (que puede llegar a ser de medio siglo).

Nuestros servicios profesionales están avalados y ejecutados por los mejores expertos del mercado. Con ellos te aseguramos un acabado perfecto y unos resultados envidiables.

¿Por qué es eficiente un sistema de calefacción por suelo radiante?

Una instalación de este tipo tiene un interesante perfil de coste-beneficio. Aunque los costes iniciales de compra son más elevados que los de los de calefacción tradicionales, el gasto es amortizable en un plazo de tiempo corto gracias al ahorro energético que se puede conseguir con él.

Esto es posible porque utiliza una temperatura de flujo de agua muy baja (30-45°C) en comparación con los métodos tradicionales de radiadores (70-85°C). Es decir, al ser el suelo radiante es un sistema de calefacción de baja temperatura, se pueden obtener grandes ahorros, sobre todo si lo combinamos con métodos de generación de calor eficiente como la aerotermia o la geotermia.

Con un sistema de bomba de calor, puede ser utilizado como refrescante en el verano. Todas sus características lo hacen solidario con el medio ambiente, debido a su bajo consumo de energía. Además proporciona gran comodidad al eliminar las molestias ocasionadas por otros medios, como el aire acondicionado convencional.

Otras ventajas 

  • Refrigeración para los espacios: se puede convertir en refrigeración simplemente introduciendo agua fría (incluso de 15 a 17° C) en lugar de agua caliente. De esta manera podremos enfriar el ambiente sin las desventajas y el consumo de energía conectado a los aires acondicionados. Esto también evita el coste adicional de comprar aires acondicionados.
  • Uniformidad en el calor: garantiza una uniforme distribución del calor. A diferencia de los radiadores, el calor se distribuye correctamente en el interior.
  • Energías renovables: la posibilidad de utilizar energías renovables es otra de las grandes ventajas asociadas a un sistema radiante.
  • Facilita el aseo y cuida la salud: se tendrá menos polvo, ácaros y moho a diferencia de los radiadores, que producen polvo nocivo que luego tenemos que respirar. Con la calefacción por suelo radiante este problema se minimiza en gran medida, lo que trae beneficios para nuestra salud, especialmente para los que sufren de alergias.

¿Qué debemos considerar en un sistema de calefacción por suelo radiante?

Sin duda alguna, este es uno de los mejores sistemas en el mercado de calefacción, pero es conveniente tomar en cuenta algunas consideraciones:

  • En combinación con otros sistemas eficientes de calentamiento, se requiere una alta inversión inicial en comparación a otros métodos de calefacción (radiadores), pero con el retorno de la inversión en el corto plazo.
  • Es un sistema adecuado para trabajar continuamente, ya que tienen una alta inercia térmica.
  • Necesita una altura de 10-12 cm, por lo que no es posible instalar en todos los casos. Por lo tanto, es necesario realizar un estudio preliminar para su adaptación, tanto en la rehabilitación y nueva construcción.
  • Un sistema radiante no puede encenderse y apagarse de forma intermitente. Debe mantenerse encendido durante al menos un día para calentar la habitación y debe mantenerse en funcionamiento una vez que se alcance la temperatura deseada. Sin embargo, esto permite un importante ahorro energético dada la necesidad de calentar menos agua o cableado eléctrico.

Aerotermia y suelo radiante

¿Has oído hablar de la aerotermia? Es una energía limpia y renovable, alimentada por una fuente libre, natural e ilimitada: el aire que nos rodea, y que se puede combinar con los sistemas de suelos radiantes de forma eficaz.

Esta energía está presente en todas partes. El aire, incluso a bajas temperaturas, produce energía que puede ser recogida y utilizada para diferentes fines. Este proceso es posible gracias a una bomba de calor que se puede instalar en cualquier hogar.

La bomba funciona con energía eléctrica y está compuesta por dos partes, una externa que capta la energía y otra interna que la dirige dentro de un circuito de agua y la distribuye en forma de calor en todas las áreas de la casa. Es un procedimiento versátil que puede conectarse tanto a generadores de calor como a emisores térmicos como los suelos radiantes.

Ventajas que nos ofrece

Con este, podemos crear una temperatura agradable dentro de nuestra casa y calentar el agua. Comúnmente la energía térmica se utiliza en la activación de los sistemas de refrigeración, pero con la instalación de uno de este tipo, junto al suelo radiante se puede ahorrar hasta un 75% en costes de energía.

Estamos hablando de energía renovable, gratuita y disponible las 24 horas del día. Es una fuente inagotable que no contamina el medio ambiente y que es seguro, ya que no utiliza combustibles ni provoca emisiones nocivas para los habitantes del espacio. Además, es fácil de instalar y mantener.

Un solo generador nos permite utilizar la energía de maneras diferentes, primero nos da agua caliente, y del mismo modo, ayuda a mantener la calefacción y/o refrigeración del todos los espacios. También, es el sistema ideal para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Suelo radiante, medio ambiente y ahorro

Una característica ecológica importante de este sistema de calefacción es que las bajas temperaturas del agua (al menos en comparación con los radiadores) son suficientes para que funcione bien.

Recordemos que el agua caliente de un sistema de calefacción por suelo radiante tiene una temperatura entre 30 y 40°C. Esto es aproximadamente la mitad de los 70°C de los sistemas de radiadores tradicionales. Además, los eléctricos también funcionan a temperaturas similares.

Es posible estimar que, gracias a un ahorro energético cuantificable del orden del 25% anual, a lo largo de todo el ciclo de vida de un sistema de este tipo, el ahorro global que el usuario puede conseguir puede alcanzar el 35? los costes totales del periodo.

Mantenimiento

Generalmente, este sistema requiere menos mantenimiento y reparaciones que los radiadores tradicionales. En cualquier caso, se puede realizar un mantenimiento con un lavado completo. También es aconsejable añadir aditivos al agua que corre por las tuberías para limpiarla y liberarla de los lodos.

La presencia de lodos, así como posibles fenómenos de corrosión, puede provocar fallos en la caldera o una disminución de su rendimiento energético.

Es perfecto para la estética de los espacios

Además, permite una gama más amplia de opciones para el diseño de interiores, ya que el suelo puede ser del tipo desees en prácticamente todos los casos. Además, no se produce ningún cambio significativo en la potencia calorífica debido a la elección del tipo de pavimento.

¡Los suelos radiantes son la mejor elección!

En resumen, y considerando toda la información expuesta, podemos asegurar que nuestro sistema garantiza los mejores resultados. La cantidad de ahorro de energía que permite, la comodidad, el diseño y la contribución con el medio ambiente lo hacen el sistema más eficiente.

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