Autoconsumo Con Excedentes y Sin Excedentes – Guía 2021
Producir y consumir nuestra propia energía renovable para aprovechar los beneficios económicos y contribuir al cuidado del medio ambiente, es hoy muy sencillo.
Con un sistema de autoconsumo podemos lograrlo, se trata de una instalación de paneles solares o de un generador minieólico que se conecta a los circuitos eléctricos de las casas o edificios para cubrir gran parte de sus necesidades energéticas.
A través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y su Guía Profesional de Tramitación del Autoconsumo, se pueden conocer las normativas y las informaciones prácticas que regulan las instalaciones adecuadas para el contrato de suministro del servicio.
La versión más actualizada de la Guía (noviembre 2020) actualiza aspectos de algunos trámites administrativos que son autónomos y especifica que se realice un saldo neto en horario entre los excedentes y consumos de red, por lo que su finalidad es describir todos los trámites ante la administración y la compañía que distribuye.
Qué es el autoconsumo con excedentes o con vertido a la red
Para lograr un consumo independiente al suministro eléctrico, se requiere de una conexión de fuentes renovables como los paneles fotovoltaicos. Es un sistema que se conecta al circuito y genera una autogestión que consigue un ahorro significativo en la factura mensual.
Por esto, contratar energía solar proporciona grandes ventajas en cuanto al precio y la dependencia en la variación de las tarifas. La Guía Profesional de Tramitación del Autoconsumo se rige en el Real Decreto 244/2019 que regula las condiciones de la autogestión eléctrica.
Este describe los pasos para tramitar las instalaciones que generan requerimientos de forma independiente, tanto para circuitos individuales como los colectivos. Aunque va dirigido al público general, se puntualiza a las empresas que instalan estos sistemas y dividen sus servicios en consumo con o sin excedentes.
La modalidad de autoconsumo con excedentes o con vertido a la red, se establece cuando los circuitos de generación proveen energía sobrante en la red para el transporte y distribución, aparte de la que se suministra para el uso propio.
Las conexiones pueden conectarse próximas en el circuito interior de cada consumidor y a través de la red de baja tensión o a menos de 500 m del usuario.
Estas conexiones introducen en el sistema la posibilidad de un mecanismo en compensación simplificada para instalaciones de un suministro menor a 100 kW, que nos permite reducir las facturas eléctricas al restituir los excedentes de energía producida y que no se autoconsumió.
En el caso de aquellas con mayor abastecimiento, no aplica la compensación simplificada y se pueden vender los excedentes sin necesidad de un límite mensual. De esta manera, existen dos tipos: aquellas de producción próxima y las que están asociadas al consumo, en ambas se consideran dos sujetos tanto el consumidor como el productor.
Autoconsumo con excedentes acogidas a compensación
En esta gestión, la energía que no es consumida instantáneamente se devuelve a la red y se compensa en la factura eléctrica de cada consumidor al final de su periodo de facturación, que normalmente es mensual.
De esta manera, la factura emitida por la empresa compensará el coste del requerimiento comprado y aplica peajes e impuestos procedentes. Es una opción que sirve para instalaciones individuales o colectivas que están conectadas en red interior y que cumplen con las siguientes especificaciones del Real Decreto:
- La fuente primaria de energía debe ser de origen renovable.
- No superar una potencia de 100 kW.
- El usuario debe tener un contrato único de consumo asociado y auxiliar con una compañía comercializadora.
- Suscribir un contrato de compensación entre el consumidor y el productor.
- Que la instalación no se sujete a un régimen adicional retributivo.
Autoconsumo con excedentes no acogidas a compensación
En este tipo de modalidad, lo que no se consume de manera instantánea, se devuelve a la red y se puede vender para obtener un precio en el mercado de electricidad. Para realizar esta venta, es necesario darse de alta en la producción del servicio y se debe enfrentar a trámites administrativos y fiscales que establece la ley.
En ambas modalidades, podemos conseguir grandes ahorros en el consumo eléctrico, con energías mucho más eficientes, limpias y con una alta rentabilidad.
Autoconsumo sin excedentes
Es la forma de autogestionar el consumo eléctrico con un sistema antivertido, ya que el suministro de energía impide devolver sus excedentes nuevamente a la red de transporte o de distribución. Aquí solo se considera el consumidor como un único sujeto.
En este tipo de instalaciones, los avances en su tecnología se unen con el comercio de almacenamiento de baterías para lograr mejorar la administración de los picos en la demanda y reducir al mismo tiempo la presión que se ejerce en las redes de distribución.
A estas, se les exime los requerimientos en la obtención de permisos de acceso y conexiones en los circuitos generadores. Solo se necesita presentar un boletín de certificado de la instalación a la unidad departamental adecuada de la Comunidad Autónoma y en algunos casos una memoria o proyecto técnico.
¿Qué se requiere para su instalación?
Las instalaciones de autoconsumo sin excedente no aportan ningún kW por hora de servicio en la red, por lo cual disponen de un equipo físico que evita que, al consumir menos electricidad de la que producen tus paneles fotovoltaicos, el sobrante se vaya por la red eléctrica.
Para que este equipo sea eficiente, lo primero que debemos realizar es disminuir la producción de energía del inversor de manera que sea de un valor inferior al consumo, y en caso que ocurra lo contrario, tener la opción de cortarla completamente.
Esta modalidad es beneficiosa para grandes empresas, ya que facilita los trámites que se deben hacer y los requerimientos para solicitar el servicio ante una distribuidora eléctrica, siempre que la empresa tenga un actividad continua y requerimientos menores a 15 kW.
El autoconsumo garantiza alternativas más baratas, limpias y respetuosas con el medio ambiente. Su usabilidad genera una gran ayuda para reducir las necesidades de energía eléctrica, disminuye las emisiones de contaminantes y crea una mayor independencia en la actividad energética.